martes, noviembre 03, 2009

Raúl Arias Lovuillo: Las Pymes y la UV: una experiencia fructífera

Las Pymes y la UV: una experiencia fructífera


Raúl Arias Lovillo

La situación actual de la economía global, y particularmente la de nuestro país, ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades del modelo vigente y de las políticas económicas en boga.

Altamente dependientes del petróleo y de las exportaciones hacia los Estados Unidos, guiados por políticas públicas que al final del día reproducen las fallas estructurales del modelo, como las de favorecer a los grupos monopólicos o desatender al sector educativo, a la ciencia y la tecnología, es obvio que los efectos recaen de forma multiplicada sobre los sectores más vulnerables de la población.


Según datos revelados en el Foro Económico Mundial, en el indicador general de las economías del mundo, caímos, en dos años, del 49 al lugar número 60. De acuerdo con el diagnóstico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se prevé una disminución del ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para México. Todavía más: el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que México será el país de Latinoamérica más afectado por la crisis.

Sumemos a todo lo anterior el clima de incertidumbre generado por las indefiniciones de los partidos en el Congreso. A estas alturas no sabemos cuál va a ser la estructura y las orientaciones del presupuesto de egresos, pero los acuerdos y definiciones en el presupuesto de ingresos no nos invitan a pensar con optimismo.

Como es evidente, el panorama económico del país no puede ser más sombrío. Por ello la importancia que todos los actores nos aboquemos a la aplicación de políticas y prácticas que ayuden a la recuperación del país. No se puede seguir así y cada quien tiene que poner su parte.

Ya he dicho muchas veces que las universidades tienen una gran responsabilidad social: vincularse a la vida productiva desde una perspectiva humanística y ética, asumiendo que nuestras propuestas y acciones deben llevar el sello de la calidad académica y el compromiso con la sustentabilidad.

Cuatro años al frente de la AMCDPE

La visión descrita fue lo que me persuadió de que la Universidad Veracruzana debería participar en la Asociación Mexicana de Centros para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (AMCDPE), convertido hoy en el organismo de vinculación de la universidad con la empresa más importante del país. Durante cuatro años tuve el gran honor de presidirlo representando a la UV, y puedo decir que constituyó una experiencia fructífera para el logro de nuestras metas institucionales, y en el apoyo al desarrollo de las pequeñas empresas, las cuales constituyen el 52 por ciento del PIB y el 72 por ciento del empleo en México.

Ingresamos a la AMCDPE en 2003 cuando la integraban cinco instituciones de educación superior; en 2006, cuando asumí la presidencia, éramos 12. Al hacer entrega del organismo en la Décima Reunión Nacional de la AMCDPE, realizada la semana pasada en Mérida, Yucatán, formamos parte de ella 83 miembros. En 2008 comenzamos el proceso de certificación; 17 centros están certificados y 10 están en proceso.

Durante estos cuatro años, además, el desarrollo cualitativo de la AMCDPE fue una prioridad de nuestra gestión: impartimos nueve diplomados para 900 asesores provenientes de 190 instituciones, se atendieron 32 mil Pymes y se generaron y conservaron 12 mil empleos. Llevamos a cabo nueve reuniones nacionales con tres mil participantes.

Impulsamos la aplicación del modelo ejemplar de las Small Bussiness Development Centers (SBDC), atendiendo a las condiciones de nuestras pequeñas y medianas empresas. Presentamos a la Cámara de Diputados una iniciativa de apoyo a las Pymes y se logró un dictamen favorable a la propuesta presupuestal de que el Centro de Estudios de las Finanzas Publicas del Congreso de la Unión (CEFP), establezca un programa de apoyo a Pymes desde las universidades.

Reconocimiento de la OEA

La gestión al frente de la AMCDPE ha sido compleja y difícil. Como en todo, un buen equipo de trabajo, voluntad y honestidad se suman para el logro de un propósito institucional. Eso es algo que mucho agradezco.

Pero sin duda que los logros para la UV son importantes. Ganamos en experiencia y en prestigio y presencia nacional e internacional. Lo dicen nuestras relaciones y convenios con las instituciones mexicanas públicas y privadas, con la Universidad de Texas, con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con los representantes de los dirigentes de los Small Bussiness Development Centers.

Precisamente por ello no puedo dejar de citar las palabras que en el marco de la reunión de Mérida de la AMCDPE, el embajador Oscar Maúrtua de Romaña, en representación del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, expresó: “Las acciones que la AMCDPE y la Universidad Veracruzana vienen ejerciendo en apoyo a la competitividad y a la innovación de las pequeñas empresas son de gran valor para las Américas, ya que se requiere de nuevos esquemas de desarrollo que permitan su fortalecimiento, sobre todo ante el contexto mundial marcado por la crisis económica y financiera, cuyos efectos negativos se han hecho presentes en las economías de todo el orbe, y en el cual las micro, pequeñas y medianas empresas tienen un lugar primordial para paliar dichas secuelas”.

Un comentario de oportunidad

Las expuestas anteriormente son algunas de muchas razones que sostenemos las instituciones de educación superior cuando demandamos presupuestos y políticas públicas justas y coherentes: de lo que se trata es de que todos, desde nuestras respectivas responsabilidades, participando en organismos nacionales de intermediación como la AMCDPE, apoyemos el desarrollo económico de México.